La piel sometida a la extracción del vello requiere una atención específica
antes y después de cada sesión. La preparación cutánea precede la aplicación
de la cera para asegurar un resultado limpio, uniforme y sin residuos. En
cuanto a la fase posterior, su objetivo es calmar la epidermis, limitar las
reacciones inflamatorias y restaurar la barrera natural de protección.
En cabina, ambas etapas determinan la calidad percibida del servicio. Por un
lado, el limpiador pre depilación, un fluido purificante sin grasa,
neutraliza las impurezas superficiales. Por el otro, los cuidados post
depilación como el aceite o la loción after wax brindan confort inmediato y
un acabado impecable. Todo ello integrado en una secuencia fluida, sin
interrupciones, completamente alineada con los movimientos técnicos de la
esteticista.
Limpieza previa: purificar sin agredir
Antes del primer contacto entre la cera y la piel, es indispensable una
limpieza dirigida. El limpiador pre depilación actúa como una barrera
invisible que protege frente a agentes externos. Elimina el exceso de sebo,
partículas finas y reduce los riesgos de contaminación durante la extracción
del vello.
Su textura acuosa, enriquecida con extractos vegetales purificantes, se
aplica con algodón estéril o toalla seca de tejido no tejido. El paso se
realiza siguiendo la dirección del folículo, con deslizamientos breves. Este
gesto establece una base higiénica sin alterar la capa hidrolipídica,
asegurando una adhesión óptima de la cera. Resultado: una piel limpia,
receptiva, sin sensación grasosa ni película pegajosa.
Fase post depilación: reparar y calmar de inmediato
Una vez arrancado el vello, la epidermis entra en una fase de estrés agudo.
Enrojecimiento, calor localizado o microfisuras son comunes, especialmente
en zonas sensibles como el rostro, la línea del bikini o la parte interna de
los brazos. Los productos post
depilación
actúan aquí como intervenciones inmediatas de recuperación, ajustadas a cada
área tratada.
El after wax oil cumple una doble función. Por un lado, elimina los restos
de cera solidificada, especialmente en superficies amplias como piernas o
espalda. Por otro, nutre a profundidad gracias a su base vegetal.
Ingredientes como el aceite de almendra dulce, caléndula o sésamo regeneran
la capa superficial de la piel y crean un escudo que evita la pérdida de
hidratación. La aplicación mediante movimientos circulares lentos reactiva
la microcirculación y atenúa el enrojecimiento inmediato. En cabina, su
envase con bomba dosificadora facilita el uso sin alterar el ritmo de
trabajo.
En zonas delicadas, la loción fluida es la opción más adecuada. La after wax
lotion, de textura ligera y absorción rápida, calma al instante las
reacciones cutáneas. Su fórmula libre de alcohol, enriquecida con pantenol,
manzanilla o aloe vera, funciona como un escudo calmante. Reduce la picazón,
cierra los poros y ayuda a la piel a recuperar su equilibrio en menos de
tres minutos. Su textura no grasa deja un acabado aterciopelado y sin
brillo. Aplicada con los dedos o con algodón seco, evita cualquier
sobreestimulación en áreas reactivas.
Composición técnica: texturas precisas y activos dirigidos
Cada fórmula se caracteriza por un balance preciso entre eficacia
dermocosmética y tolerancia máxima. El limpiador pre depilación utiliza
bases suaves, sin tensioactivos agresivos y con pH compatible con la piel.
La ausencia de fragancias y colorantes minimiza el riesgo de irritación,
incluso en fototipos altos.
El aceite post depilación concentra lípidos nobles ricos en ácidos grasos
esenciales, combinados con agentes filmógenos que sellan la hidratación. La
loción, indicada para rostro y línea del bikini, incorpora activos calmantes
de origen vegetal y excipientes hidratantes que reconstruyen la malla
cutánea.
Ningún producto contiene siliconas o compuestos fotosensibilizantes. Cada
cuidado se inscribe en una filosofía de alta tolerancia, ideal para usos
frecuentes y protocolos intensivos.
Aplicación profesional: gestos continuos, resultados visibles
El protocolo sigue una lógica precisa y sin margen de error. Tras limpiar la
zona con el limpiador pre depilación, se deja secar brevemente hasta obtener
una superficie completamente seca. Este paso es clave para garantizar una
adhesión uniforme, tanto con cera pelable como con roll-on o bandas tibias.
Después de la extracción, el tipo de cuidado post dependerá de la textura de
cera utilizada. En el caso de la cera pelable, el aceite es la opción
definitiva: disuelve residuos y nutre. Para cera tibia con bandas, la loción
ofrece un alivio inmediato. En rostro o axilas, una combinación de loción
con compresa fría potencia el efecto calmante.
Ningún producto alarga la duración de la sesión. La aplicación es intuitiva,
no requiere enjuague, y el envase flexible facilita los movimientos, incluso
en jornadas de alta demanda. La esteticista mantiene el control del ritmo
sin sacrificar calidad, con una piel visiblemente calmada, limpia y uniforme
al final de cada servicio.
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